jueves, 13 de noviembre de 2014

Merchandising marisolero (segunda parte)


Tratamos en la entrada anterior de algunos de los productos a los que Marisol dio cara y nombre, creándose así un muy numeroso merchandising marisolero, como fueron los numerosos libros publicados con su nombre. En esta entrada tienen cabida revistas, álbumes de cromos, cuadernos escolares, espejos, muñecas, postales banderines.

No sé si será la mujer que más portadas de revistas ha generado (al menos en las revistas del corazón), pero Marisol incluso dio nombre a una revista: Mundo Juvenil (o Revista de los amigos de Marisol). Publicada durante al menos 57 números entre los años 1963 y 1964, era una cita obligada en el kiosco con la actualidad de Marisol y en la que se llegaron a crear más de 1 000 grupos de amigos de Marisol.

 
 
 
 
 
 


Si bien no era un revista marisolera, también en Claro de luna protagonizó muchas portadas, dando cuenta de las películas que iba estrenando el ídolo infantil.

 
 
 
 
 

Muy comunes fueron también los álbumes de cromos de películas de Marisol, al menos de éstas: Un rayo de luz, Ha llegado un ángel (al parecer, dos diferentes), Tómbola, Marisol rumbo a río, La nueva Cenicienta, Búsqueme a esa chica, Cabriola.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Curiosos son los cuadernos escolares que permitían llevar a Marisol a la escuela y acompañar a los niños en las actividades escolares. Por los números que figuran en la red, llegaron a ser más de 100...

 
 
 
 
Seguramente el producto más curioso que surgió con el boom de Marisol son los espejos para que jugaran los niños. Existen algunos de los inicios de Marisol y, además, una serie editada con motivo de la película La nueva Cenicienta. Se trataba de un trozo de cartón forrado con un fotograma de la película que en su interior guarda un pequeño espejo.

 
 
 
Muy especiales son también las muñecas, seguramente el producto relacionado con Marisol más difícil de conseguir y de mayor precio. Marisol anunció, por ejemplo, en su momento la Mariquita Pérez.

 
 
 
Y no sólo la Mariquita Pérez, sino la propia muñeca Marisol, se supone que creada a su semejanza y que era anunciada en la época como una muñeca de cine.

 
 
 
 
 
De lo más difícil de clasificar y de saber cuántas se publicaron sean tal vez las postales con la imagen de Marisol. Las hay de todos los tipos: publicitarias relacionadas con sus películas, aunque tal vez las más curiosas son aquellas en las que Marisol posa exclusivamente para la postal, a veces con motivos tan curiosos como el Domund, mostrando a una Marisol misionera.

 
 
 
 
 
 
 
 

Dejamos para el final otra curiosidad, los banderines que permitían colgar a Marisol en la pared de las habitaciones de niños y adolescentes. 

 
 
 
 
 
 

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